Sentirse cansado de forma habitual es muy común. De hecho, alrededor de un tercio de los adolescentes, adultos y personas mayores sanas dicen sentirse con sueño o fatigados, por lo que nos dedicaremos a explicar 5 razones por las que siempre estás cansado.
La fatiga es un síntoma común de varias afecciones y enfermedades graves, pero en la mayoría de los casos, es causada por simples factores del estilo de vida. Afortunadamente, casi siempre son cosas fáciles de solucionar. Este artículo enumera 5 posibles razones por las que siempre estás cansado y ofrece alternativas para recuperar tu energía.
Motivos por los que siempre estás cansado
1. Consumir demasiados carbohidratos refinados
Los carbohidratos pueden ser una fuente rápida de energía. Cuando los comes, tu cuerpo los descompone en azúcar, que puede utilizarse como combustible. Sin embargo, consumir demasiados carbohidratos refinados puede hacer que te sientas cansado a lo largo del día.
Cuando se consumen azúcares y carbohidratos procesados, provocan un rápido aumento del azúcar en sangre. Esto hace que el páncreas produzca una gran cantidad de insulina para sacar el azúcar de la sangre y llevarlo a las células.
Este aumento de los niveles de azúcar en sangre -y su posterior descenso- puede hacer que te sientas agotado. Al desear una energía rápida, se busca instintivamente otra ración de carbohidratos refinados, lo que puede conducir a un círculo vicioso.
Varios estudios han descubierto que minimizar el azúcar y los carbohidratos procesados en las comidas suele conducir a mayores niveles de energía. Por suerte, las investigaciones sugieren que algunos alimentos pueden ayudar a evitar el cansancio.
Para mantener estables tus niveles de energía, sustituye el azúcar y los carbohidratos refinados por alimentos integrales ricos en fibra, como las verduras y las legumbres.
2. Llevar un estilo de vida sedentario
La inactividad podría ser la causa principal de tu baja energía. Pero, muchas personas dicen que están demasiado cansadas para hacer ejercicio. De hecho, en un estudio reciente, ésta fue la razón más común que dieron los adultos de mediana edad y mayores para no hacer ejercicio.
Una explicación podría ser el síndrome de fatiga crónica (SFC), que se caracteriza por ser una fatiga extrema e inexplicable diaria. Las investigaciones sugieren que las personas con SFC tienden a tener niveles bajos de fuerza y resistencia, lo que limita su capacidad de ejercicio.
Sin embargo, una revisión de estudios que incluía a más de 1.500 personas descubrió que el ejercicio puede reducir la fatiga en los enfermos de SFC. Las investigaciones también han demostrado que el ejercicio puede reducir la fatiga entre las personas sanas y las que padecen otras enfermedades, como el cáncer. Es más, incluso un aumento mínimo de la actividad física parece ser beneficioso.
Para aumentar tus niveles de energía, sustituye los comportamientos sedentarios por otros activos. Por ejemplo, ponte de pie en lugar de sentarte siempre que sea posible, sube las escaleras en lugar del ascensor y camina en lugar de conducir en distancias cortas.
3. No dormir lo suficiente y con calidad
No dormir lo suficiente es una de las causas más evidentes de la fatiga. Tu cuerpo hace muchas cosas mientras duermes, como almacenar la memoria y liberar hormonas que regulan tu metabolismo y niveles de energía. Después de una noche de sueño de alta calidad, normalmente te despiertas sintiéndote renovado, alerta y con energía.
Según la Academia Americana de Medicina del Sueño y la Sociedad de Investigación del Sueño, los adultos necesitan una media de siete horas de sueño por noche para gozar de una salud óptima. Es importante que el sueño sea reparador e ininterrumpido para que el cerebro pueda pasar por las cinco etapas de cada ciclo de sueño.
Además de dormir lo suficiente, mantener una rutina de sueño regular también parece ayudar a prevenir el cansancio. En un estudio, los adolescentes que se acostaron a la misma hora entre semana y los fines de semana, manifestaron menos cansancio y menos dificultad para conciliar el sueño que los que se acostaron más tarde y durmieron menos horas los fines de semana.
4. Sensibilidad a los alimentos
Las sensibilidades o intolerancias alimentarias suelen provocar síntomas como sarpullidos, problemas digestivos, moqueo o dolores de cabeza. Pero la fatiga es otro síntoma que a menudo se pasa por alto. Además, las investigaciones sugieren que la calidad de vida puede verse más afectada por la fatiga en aquellas personas con sensibilidades alimentarias.
Las intolerancias alimentarias más comunes son el gluten, los lácteos, los huevos, la soja y el maíz. Si sospechas que ciertos alimentos pueden provocarte cansancio, considera la posibilidad de trabajar con un alergólogo o dietista que pueda hacerte pruebas de sensibilidad alimentaria o prescribirte una dieta de eliminación para determinar qué alimentos son problemáticos.
5. No consumir suficientes calorías
Consumir muy pocas calorías puede causar sensación de agotamiento. Las calorías son unidades de energía que se encuentran en los alimentos. Tu cuerpo las utiliza para moverse y alimentar procesos como la respiración y el mantenimiento de una temperatura corporal constante.
Cuando se consumen muy pocas calorías, el metabolismo se ralentiza para conservar la energía, lo que puede provocar fatiga. Tu cuerpo puede funcionar dentro de un rango de calorías dependiendo de tu peso, altura, edad y otros factores. Sin embargo, la mayoría de las personas necesitan un mínimo de 1.200 calorías al día para evitar una ralentización del metabolismo, quizás sean estas unas de las razones por las que siempre estás cansado.
Valora este Articulo: |