Al igual que ir al gimnasio mantiene tu cuerpo en forma, se dice que estos ejercicios de yoga facial, inspirados en el yoga convencional, tonifican los músculos de la cara para ayudarte a mantener un aspecto joven.
El yoga facial: ¿Es sólo una moda o una forma legítima de mejorar el aspecto de la piel? Ya sabes que el ejercicio te mantiene con un aspecto y una sensación óptimos. Pero, ¿podría tener efectos similares la extensión de los entrenamientos a la cara?
Es posible. Ésa es la idea que hay detrás del yoga facial, una tendencia creciente que afirma tener efectos de estiramiento de la piel sin necesidad de cirugía, agujas o incluso productos caros para el cuidado de la piel. Mientras que muchas personas han dejado a un lado sus tratamientos faciales y procedimientos habituales para quedarse en casa y minimizar el riesgo de contraer COVID-19, algunas han recurrido al yoga facial como método de bricolaje para conseguir una piel más joven.
Yoga facial: 5 ejercicios para probar en casa
El yoga facial no implica las habituales posturas de shavasana que conoces de tu práctica de yoga. «Yoga» es sólo una forma pegajosa de decir ejercicios faciales, que mueven los músculos de la cara en ciertas posiciones, algo así como el yoga para el cuerpo. La idea es que la realización de estos ejercicios mantenga el rostro tonificado y joven, levantando las zonas que están flácidas y recortando los años.
El objetivo es crear un momento de autocuidado en el que se mejore la circulación sanguínea para conseguir un brillo saludable y se reduzca el estrés y la tensión en la cara.
La mayoría de las personas mantienen la tensión en sus rostros, ya sea por las expresiones faciales o por pasar demasiado tiempo frente a una pantalla. Todas estas actividades diarias provocan patrones en la forma en que usamos nuestra cara y los músculos específicos que reclutamos.
1. El levantador de mejillas
Abre la boca y forma una O. Coloca el labio superior sobre los dientes y sonríe para levantar los músculos de las mejillas. Coloca los dedos índices ligeramente sobre los músculos de las mejillas, justo debajo de los ojos. Suelta los músculos de las mejillas para bajarlos.
A continuación, vuelve a sonreír, pensando en empujar los músculos hacia arriba, hacia los ojos. Repite bajando y levantando las mejillas 10 veces. A la décima vez, sube los músculos todo lo que puedas y manténlos durante 20 segundos. Repite la operación tres veces.
2. Esculpir las mejillas felices
Sonríe sin mostrar los dientes y despliega los labios como si intentaras mostrar la mayor cantidad de labios posible. Intenta sonreír con las comisuras de la boca, de forma que sientas un ligero ardor. Presiona los dedos índices en las comisuras de la boca y desliza los dedos hacia los pómulos mientras presionas el músculo.
Sube el músculo hasta los pómulos, hacia las comisuras de los ojos. Cuando llegues a la parte superior de los pómulos, mantén la posición durante 20 segundos y siente cómo se tensan los músculos de las mejillas. Sigue sonriendo con las comisuras de los labios mientras lo haces. Repite la operación tres veces.
3. El levantador de cejas
Presiona con las yemas de tres dedos bajo cada una de tus cejas para forzar la apertura de los ojos. Sonríe mientras intentas bajar las cejas contra los dedos. Mantente. A continuación, cierra los ojos y gira los globos oculares hacia la parte superior de la cabeza. Aguanta 20 segundos y sigue sonriendo. Suelta y repite tres veces.
4. Reafirmar la mandíbula y el cuello
Abre la boca y emite un sonido «aah». Dobla el labio inferior y las comisuras de los labios hacia dentro de la boca y mantenlos apretados mientras extiendes la mandíbula inferior hacia delante. Con la mandíbula inferior, levanta la cabeza lentamente mientras cierras la boca, subiendo la barbilla unos 2 cm cada vez que la levantes e inclinando la cabeza hacia atrás.
Abre y cierra la mandíbula inferior 10 veces. A la décima vez, la barbilla debe apuntar al techo. Mantén esta posición durante 20 segundos y piensa en la elevación de los lados de la cara. Repite la operación tres veces.
5. Desarrollador de sienes
Presiona las yemas de los dedos en las sienes mientras cierras la mandíbula, apretando los dientes e inclinando la barbilla hacia arriba. Aprieta los dientes y concéntrate en la región de la sien, pensando en tratar de mover las orejas hacia atrás.
Mantén la posición durante 10 segundos, luego aprieta los dientes posteriores hacia abajo y mantén de nuevo la posición durante 10 segundos. Los músculos de la sien deben flexionarse con cada apretón. Relájate y repite la operación tres veces.
El yoga facial ayuda a liberar la tensión, lo que puede minimizar la aparición de las líneas de tensión, fortalece y tonifica los músculos faciales para, en última instancia, ensanchar los ojos, elevar las mejillas y reafirmar la línea de la mandíbula, mientras aumenta la circulación y el flujo sanguíneo en la piel.
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