¿Es normal sentir fobia por confinamiento?

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fobia por confinamiento
Si tienes claustrofobia y debes hacerte una resonancia magnética, comunícalo al personal del hospital antes del día de tu cita.

La cleitrofobia, el miedo a quedar atrapado, suele confundirse con la claustrofobia, el miedo a los espacios cerrados. La cleitrofobia está relacionada con las fobias invernales debido al riesgo potencial de quedar atrapado bajo la nieve o el hielo en climas extremos, por lo que muchos se preguntan si es normal sentir fobia por confinamiento.

Muchos otros sucesos pueden desencadenar la cleitrofobia, como quedarse encerrado en un cuarto de baño o en otra habitación pequeña. La palabra raíz de esta fobia procede del griego cleithro, que significa cerrar o clausurar.

Cleitrofobia vs. Claustrofobia

La claustrofobia puede aparecer en cualquier momento. Si tiene claustrofobia, puede tener toda la intención de entrar en un espacio pequeño, como una cámara de resonancia magnética (MRI) o un simulador de movimiento, y sin embargo, tener un ataque de pánico antes o durante la experiencia. El foco específico de la fobia es el espacio pequeño.

La cleitrofobia se desencadena por el confinamiento real en un espacio pequeño. Las personas con cleitrofobia suelen sentirse totalmente cómodas al entrar en espacios pequeños de los que son libres de salir. El objetivo específico de esta fobia es estar atrapado, encerrado o no poder salir.

fobia
Algunas técnicas cognitivo-conductuales son un excelente alivio para atenuar los síntomas que ocasiona esta fobia.

Los sucesos traumáticos que conducen a esta fobia incluyen quedar atrapado en un pequeño túnel o en un agujero profundo, o estar encerrado en un espacio pequeño como un armario, una nevera abandonada o el maletero de un coche.

La diferencia entre ambas fobias es sutil pero importante. Sin embargo, puede ser casi imposible distinguirlas. Ambas fobias suelen provocar ansiedad anticipatoria, en la que se empieza a sentir pánico mucho antes de que se produzca el acontecimiento real.

Reflejos

La cleitrofobia puede ser un reflejo de la claustrofobia si se percibe un mínimo riesgo de quedar atrapado en el espacio. Del mismo modo, la claustrofobia suele ser un reflejo de la cleitrofobia en el sentido de que muchas personas con claustrofobia pueden sentirse atrapadas o encerradas, aunque en realidad sean libres de salir.

Las dos fobias pueden existir incluso de forma simultánea. Por estos motivos, se necesita un profesional de la salud mental capacitado para hacer el diagnóstico exacto. El tratamiento de las dos afecciones es similar.

Factores desencadenantes habituales de la cleitrofobia

En general, la cleitrofobia se desencadena por una falta de escape. Algunos ejemplos desencadenantes comunes son las atracciones de los parques que utilizan arneses para los hombros u otras sujeciones ajustadas, las habitaciones cerradas y las cámaras de resonancia magnética.

Síntomas

Los síntomas de la cleitrofobia son similares a los de otras fobias específicas. Si tiene este miedo, puede experimentar un ataque de pánico cuando se sienta atrapado. Llorar, gritar, arremeter físicamente, congelarse e intentar huir son síntomas muy comunes.

Si no puede abandonar la situación, puede empezar a sudar intensamente, sentir que su pulso empieza a aumentar y desarrollar síntomas de enfermedad física. Es probable que no pueda pensar en otra cosa que no sea la necesidad de escapar.

Cómo afrontarlo y el tratamiento

Si los síntomas son graves o limitan la vida, siempre es mejor pedir consejo a un profesional de la salud mental. La desensibilización sistemática y otras técnicas cognitivo-conductuales funcionan muy bien con las fobias, pero no deben probarse sin la ayuda de un profesional.

Sin embargo, las personas con síntomas más leves a veces encuentran alivio con diversas técnicas de autoayuda. Dejar una vía de escape, como abrir la puerta del cuarto de baño o quitar las cerraduras de las habitaciones de su casa donde podría sentirse atrapado, puede ayudarle a sentirse más tranquilo en determinadas situaciones. Pero esto no siempre es posible o práctico. Es posible que no pueda evitar las puertas cerradas en los lugares públicos.

Si empieza a sentir pánico, intente utilizar la respiración intencionada o la visualización guiada para calmar su ansiedad. Si tienes un amigo o familiar de apoyo cerca, pídele que te hable con calma sobre temas ligeros.

Algunas personas descubren que la técnica Stop ayuda a frenar la ansiedad, mientras que otras consideran que no funciona en medio de un ataque de pánico. Esta técnica es una forma de terapia cognitivo-conductual destinada a detener los pensamientos acelerados o la preocupación obsesiva.

¿Qué hacer al sentir la fobia por confinamiento?

Cuando surgen pensamientos de miedo, se grita Stop. Al principio, puede hacerlo en voz alta, pero con el tiempo, progresa hasta hacerlo en silencio.

Debería buscar ayuda si esta fobia está teniendo un impacto en el empleo, las relaciones o la capacidad de disfrutar de las actividades sociales. Aunque la cleitrofobia es desagradable, suele responder bien a diversos métodos de tratamiento. Con mucho esfuerzo, puedes obtener alivio de este miedo y ser capaz de disfrutar de más actividades en tu vida, sin restricciones.

Otros factores desencadenantes

Muchas situaciones o sentimientos diferentes pueden desencadenar la claustrofobia. Incluso pensar en ciertas situaciones sin exponerse a ellas puede ser un desencadenante. Los desencadenantes más comunes de la claustrofobia son: ascensores, trenes de metro, puertas giratorias, baños públicos, vestuarios de tiendas, habitaciones de hotel con ventanas selladas y por supuesto, los aviones.

Si en los últimos 6 meses has sentido ansiedad por estar en un espacio cerrado o en un lugar lleno de gente, o has evitado estas situaciones por este motivo, es probable que estés afectado por la claustrofobia.

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