Puedes amamantar si tienes anemia. Sin embargo, es importante tratar la anemia para que te sientas mejor y puedas producir mucha leche. Si la tienes, pregunta a tu proveedor qué suplemento de hierro debes tomar durante la lactancia, aunque aún te preguntes: “¿Es normal la anemia en el posparto?”.
La mayoría de los suplementos prenatales y multivitamínicos contienen suficiente hierro, a no ser que tengas muchas carencias (por ejemplo, debido a la pérdida de sangre durante el parto). Incluso si estás anémica, tu bebé a término tendrá suficiente hierro almacenado para al menos los primeros 4 meses de vida. Si tu bebé ha nacido prematuramente, puede necesitar gotas de hierro.
¿Puedo dar el pecho si tengo anemia?
Sí, la lactancia es buena para tí y para tu bebé aunque tengas anemia ferropénica. La anemia ferropénica significa que tu cuerpo no tiene suficiente hierro para ayudar a producir glóbulos rojos. Es la causa más común de anemia en el embarazo y el posparto.
¿Es normal la anemia en el posparto?
No es raro tener anemia después de la llegada del bebé. Un estudio realizado sobre casi 1.500 mujeres en el posparto, reveló que casi el 30% tenía anemia. Los principales síntomas de la anemia -fatiga y debilidad- no son infrecuentes después del parto, por lo que muchas mujeres ni siquiera se dan cuenta de que la tienen.
Incluso, muchas están anémicas hacia el final de su embarazo. Esta condición puede empeorar por la pérdida de sangre durante el parto. Tras el parto, se comprobará tu recuento de glóbulos rojos y tu médico elaborará un plan para que incluyas suplementos de hierro y vitaminas si es necesario.
Además, puedes recibir una infusión de hierro por vía intravenosa antes de salir del hospital para reponer el hierro de tu cuerpo de forma más eficaz. Algunas mujeres tienen una anemia tan grave, que necesitan transfusiones de sangre justo después del parto. Si estás anémica, querrás trabajar con tu proveedor de atención médica para tratarla. La condición puede afectar:
Cómo te sientes
Dado que la anemia puede hacer que te sientas cansada e incluso mareada, el cuidado de tu recién nacido puede ser un reto adicional. Acepta toda la ayuda que puedas recibir en casa, al menos hasta que recuperes parte de tu energía.
Tu capacidad de producir leche
Un estudio reveló que las madres anémicas informaron que no producían suficiente leche materna y, como resultado, destetaban a sus bebés antes. Si crees que esto puede ocurrirte, habla con tu pediatra o con un asesor de lactancia. Es muy importante que te asegures de que tu bebé recibe una nutrición adecuada y gana peso según lo previsto.
Tu riesgo de anemia en futuros embarazos
Tener anemia te pone en mayor riesgo de desarrollarla de nuevo durante un futuro embarazo
¿Debo tomar suplementos de hierro durante la lactancia?
Si estabas anémica después del parto, entonces sí, es importante que tomes un suplemento de hierro. Dependiendo de la gravedad de la anemia, es posible que debas tomar un suplemento de hierro o recibir una infusión de hierro o una transfusión de sangre.
Los suplementos de hierro son perfectamente seguros cuando se está amamantando. Tu médico puede recetarte o recomendarte un suplemento de venta libre que sea adecuado para ti. Tu necesidad de hierro disminuye después del embarazo, en parte, porque ya no mantienes ese volumen de sangre adicional, pero también porque probablemente no tengas todavía el período menstrual (especialmente si estás dando el pecho exclusivamente).
La cantidad dietética recomendada (RDA) de hierro elemental durante el embarazo es de 27 miligramos (mg) al día. Para las mujeres en periodo de lactancia, la CDR de hierro desciende a 9 mg diarios si tienes entre 19 y 50 años, y a 10 mg al día si tienes entre 14 y 18 años.
Nota: El hierro elemental es la cantidad que tu cuerpo puede absorber. Las etiquetas suelen indicar también el gluconato ferroso o el sulfato ferroso (fuentes utilizadas para los suplementos de hierro) en miligramos. Asegúrate de mirar la cantidad de hierro elemental.
Recomendación
La mayoría de las vitaminas prenatales y los multivitamínicos contienen suficiente hierro para complementar tu dieta. (Es una buena idea seguir tomando tu vitamina prenatal -o un multivitamínico- durante las seis u ocho semanas posteriores a la llegada de tu bebé, especialmente si estás amamantando).
También puedes esforzarte en comer alimentos ricos en hierro, como carne de vacuno magra y pavo, cereales y avena enriquecidos, lentejas, alubias, espinacas y tofu. Los niveles de hierro de la leche materna no se ven afectados por la cantidad de hierro que consumes ni por la anemia. En segundo lugar, la mayoría de los bebés tienen suficiente hierro almacenado en sus cuerpos para durar al menos los primeros 4 meses de vida.
Para sentirte mejor después de la llegada de tu bebé, deberás consumir muchos alimentos ricos en hierro como parte de una dieta saludable en general mientras estés amamantando.
Signos de alarma en el posparto
Después de un parto complicado, el posparto no es nada fácil. Sigue los consejos a continuación.
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